Para comenzar esta reflexión, inicio diciendo que es curioso que se consideren diferentes pautas para hacer Sociología, cuando es uno sólo el mismo hecho social: la religión. Y digo esto, porque parecería que pueden ser complementarios los paradigmas ofrecidos hasta el momento, considerando que cada uno aborda este problema sociológico desde diferentes ángulos.
Émile Durkheim considera la religión como un hecho social, mientras que para Max Weber lo importante es el sentido que la religión da a los actos de las personas concretas. Karl Marx, por su parte, ve más bien el fenómeno religioso desde una perspectiva materialista, asumiéndolo como una cuestión de clase e ideología. Sin embargo, debo decir que la definición que propone Gramsci referente a la religión, considerando los puntos de la teoría marxista, me parece muy apropiado para describirla, ya que desde el punto de vista sociológico, la religión ha servido a lo largo de la historia como catalizador (si se me permite el término) para lograr la reconciliación de las grandes contradicciones de la vida del hombre (sólo recordando, la definición que da Gramsci al asunto es que la religión es la tentativa más grandiosa de reconciliar, bajo forma mitológica, las verdaderas contradicciones de la vida histórica).
Ahora bien, en ese sentido es necesario considerar que la mirada que considera Marx es una materialista analista, mientras que Weber maneja una visión hermenéutico fenomenológica y Durkheim una estructural funcionalista, lo cual hace que la unidad de análisis en el caso de Durkheim sea colectiva, mientras que para Weber es el individuo mismo. En el caso de Marx, es un poco distinto, ya que para él lo que cuenta son las relaciones de producción que se generan entre este, llamado, fenómeno social, que le da cohesión por esas relaciones que desencadena para con todos aquellos involucrados.
Por lo que describo en los párrafos anteriores, me permito decir que son complementarios los tres paradigmas. Sólo me resta decir que la manera de leer la situación social debe ser de una forma tal que no entren en conflicto los tres, aunque es cierto que no pueden ser utilizados los tres a la vez, ya que se corre el riesgo de pérdida de objetividad. Por ello, me parece conveniente aclarar que es mejor utilizarlos de acuerdo al tipo de resultados que se pretenda alcanzar en un determinado estudio que se realice.
Émile Durkheim considera la religión como un hecho social, mientras que para Max Weber lo importante es el sentido que la religión da a los actos de las personas concretas. Karl Marx, por su parte, ve más bien el fenómeno religioso desde una perspectiva materialista, asumiéndolo como una cuestión de clase e ideología. Sin embargo, debo decir que la definición que propone Gramsci referente a la religión, considerando los puntos de la teoría marxista, me parece muy apropiado para describirla, ya que desde el punto de vista sociológico, la religión ha servido a lo largo de la historia como catalizador (si se me permite el término) para lograr la reconciliación de las grandes contradicciones de la vida del hombre (sólo recordando, la definición que da Gramsci al asunto es que la religión es la tentativa más grandiosa de reconciliar, bajo forma mitológica, las verdaderas contradicciones de la vida histórica).
Ahora bien, en ese sentido es necesario considerar que la mirada que considera Marx es una materialista analista, mientras que Weber maneja una visión hermenéutico fenomenológica y Durkheim una estructural funcionalista, lo cual hace que la unidad de análisis en el caso de Durkheim sea colectiva, mientras que para Weber es el individuo mismo. En el caso de Marx, es un poco distinto, ya que para él lo que cuenta son las relaciones de producción que se generan entre este, llamado, fenómeno social, que le da cohesión por esas relaciones que desencadena para con todos aquellos involucrados.
Por lo que describo en los párrafos anteriores, me permito decir que son complementarios los tres paradigmas. Sólo me resta decir que la manera de leer la situación social debe ser de una forma tal que no entren en conflicto los tres, aunque es cierto que no pueden ser utilizados los tres a la vez, ya que se corre el riesgo de pérdida de objetividad. Por ello, me parece conveniente aclarar que es mejor utilizarlos de acuerdo al tipo de resultados que se pretenda alcanzar en un determinado estudio que se realice.
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