miércoles, 4 de mayo de 2011

Tercer Ensayo Sociología: "Sobre las Misiones"

En mi experiencia de misiones en esta pasada semana santa, vi dos fenómenos que quisiera compartir en este último ensayo de sociología.


Primero es el rol que desempeña un hermano religioso, de una orden apenas fundada, que realiza una experiencia de fundación de una comunidad de su Congregación. Este hermano apoya al párroco en tres de las diecisiete comunidades que le corresponden a su parroquia. El párroco le ha dado autoridad para adoctrinar a estas comunidades, y el hermano distribuye su semana a su gusto para ir a visitar estas comunidades, y darles un poco de liturgia y enseñanzas básicas.


El punto es que en la semana en la que apoye a tales comunidades, el no estuvo, y algunas personas me compartieron de su experiencia de fe, y las enseñanzas que el hermano les ha estado impartiendo durante todos estos meses. Algunos de ellos compartían su gratitud al hermano por tantas enseñanzas; pero otros, comentaban más bien algunas dudas respecto a las enseñanzas del hermano y también algunas quejas respecto a sus regaños constantes. A mi me llamó la atención la ambivalencia y escuchaba con atención. Una familia me expresaba que por la razón de que vivían a distancia de la capilla, se juntaban a rezar el rosario a la Virgen de Gpe. en una casa, y ahí se juntaban las vecinas. El se molestó y les dijo que no hicieran cosas chuecas; que debían ir sólo a la capilla y nada de juntarse en casas particulares, pues eso era de las “sectas”. Realmente escuchando a la familia, no encontré nada de malo en que se juntarán, pero si les expresé que tenían que hablar con el párroco, o bien, ponerse de acurdo con el hermano, pues éste tenía como quien dice, la jurisprudencia.


Otra familia me decía que les obligaba a no comer carne desde el día jueves, y a comer poco. También les obligaba un ayuno completo todo el viernes y hasta medio día del sábado. Por supuesto tampoco ningún tipo de carne. Además tenían que parar sus trabajos completamente, no podían oír música, salir, o hacer prácticamente nada. Por otra parte, todas las señoras tenían que ir con falta y velo, pues ¿Quién les había dicho que en la Iglesia ya no se usa velo? Una señorita con pantalón de mezclilla jamás podría leer una lectura de la palabra. Las personas me decían estar confundidas por estas prácticas, pues algunas que tenían el canal de María Visión en sus televisores, veían que esto no era lo que se decía en el canal.


El último día de mi misión, me di a la tarea de comunicarme con él, sin comentarle nada acerca de todo esto que me había enterado, y el me compartió que ya tenía 4 años de votos perpetuos (esto es mucha preparación), y que incluso había estudiado en Roma, y que tenía mucha información de espiritualidades diversas, incluida la de la cruz que es a la cual pertenece mi congregación.


Mi análisis es que este hermano, es una persona que aunque pareciera que no conoce la doctrina de la Iglesia a primera impresión, sí la conoce. Esto es peor que si no la conociera, porque conociendo las tradiciones de la Iglesia, pretende imponer reglas y normas que no son actuales, y que son muy estrictas para los fieles. Además los miembros de la comunidad dicen que él no es capaz de vivir lo que exige (como no contestar el celular en medio de las reuniones); esto es algo parecido a lo que dice Jesús en el Evangelio, acerca de que debemos hacer todo lo que los fariseos dicen, pero no debemos imitarlos ya que no hacen nada de lo que predican, ni con el dedo meñique. Esta actitud confunde a los fieles que no saben que es lo que deben de hacer.


Este problema es tratado por la sociología de la religión, pues se da un proceso de jerarquización por parte del hermano religioso, quien abusa de su autoridad, y forma al pueblo de Dios, de una manera fuera de lo establecido por la auténtica jerarquía.


Por otra parte, se dio también un proceso de desmayos en la hora del rosario entre las mujeres que pertenecen a esa localidad. Todo comenzó con las experiencias nuevas que trajo el párroco a su parroquia. Parece ser que el Cura proviene de la renovación carismática, y hace muchos cantos bailando y esas cosas, y hay algunos desmayos. Pues en la comunidad comenzaron los desmayos con una señora y ahora parece que se hizo epidemia. Cuando una señora se desmaya, otra comienza a rosearlas con un aspersor con agua y hace oración en torno suyo, además de que siempre le da tiempo de alcanzarlas para recostarlas y que no azoten. Unas duran de 5 a 10 minutos, pero hay una que dura como 20 minutos y hace perder mucho tiempo a las que hacen oración por ellas. Hay personas que ya ni siquiera van al rosario por el temor que les causa esto. Le pregunte a una de ellas y dicen que lo sientes como un descanso de Dios muy rico e inevitable tirarse. A mi se me hace sospechoso, sin embargo el párroco se ha reservado sus comentarios respecto a esto.

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