domingo, 23 de enero de 2011

Houtart Capítulo V

Capítulo V de Houtart
Primeramente, esta segunda lectura me planteo diversos problemas muy concretos, en lo personal me causo estupor reflexionar como es que la sociedad en especial trasciende en factores simbólicos y culturales y como intervienen en esta práctica tan especial como es la religión.
Por consiguiente, esta pequeña reflexión la giraré en torno a diversos problemas que suceden en nuestro acontecer cotidiano de ahí se seguirá que los conceptos expuestos en la lectura los adjuntare, abordando según los cuestionamientos que surjan a lo largo.
En primer lugar tenemos un problema entre lo que se práctica dentro de la doctrina y lo que el profeta dicta de la doctrina, esto sugiere diversas disputas en la interpretación de la doctrina llevando a problematizarlo entre lo que hago y lo que dice el profeta, esto afecta las creencias y se desvinculan las prácticas entre la teoría y la praxis llevándolo a un campo de confusión. Como consecuencia esto implica una profunda investigación o reflexión sobre qué factores van alterando el sistema pedagógico de la doctrina o incluso si el profeta esta sobrellevando una reflexión personal antes que la “estipulada” por parte de las autoridades. Dentro de este mismo campo llevando el problemas más a profundidad el cuestionamiento va hacia los fieles que reinterpretan el significado de la doctrina llevándolo a las autoridades que no están cumpliendo la misión que los atrajo originalmente. Hoy sabemos que las diversas escrituras de las religiones sentaron sus bases en otras épocas esto quiere decir que si la teoría no se está aplicando adecuadamente de acuerdo a un contexto específico los feligreses escaparan hacia nuevos cultos que expliquen mejor las interpretaciones del culto,(esto no solo es “culpa” de la autoridades sino el desarrollo cultural de cada sociedad), ahora bien esto no quiere decir que la institucionalización de la religión como parte de la sociedad no aplique sus conocimientos si no, se requiere un estudio adecuado que lleva tiempo , es decir un proceso.
Otro problema; después de llevar una doctrina tradicional que socialmente está indicando cambio, nuevos sentidos, nuevas prácticas y sobre todo nuevos valores, que surgen a través del cuestionamiento, procesos de institucionalización, etc., surge lo que le llamamos lideres, estos pequeños personajes tan característico de los comics, T.V., blogs, etc., simplemente salen al mundo en situaciones realmente limitantes en que se requiere de un “salvador”. Pues bien aquí tenemos a nuestro queridos líderes ya sean tradicionales u orgánicos, casualmente en nuestra sociedad los segundo son más carismáticos y los primeros se caracterizan por un papel antagónico fiel a la tradición mientras que los surgen por cambios en la concepción o el desarrollo de la sociedad, estos pequeños mensajeros de “paz y amor” alientan y cuestionan las prácticas religiosas ya sea altercándolas o llevándolos hacia una ideología generalmente, causando que la institución religiosa de tener sus objetivos bien delimitados brote el caos y la confusión en lo feligreses buscando interés de por medio.
Otro problema que brota desde la autoridad y el lenguaje abstracto del a la hora de predicar “X” doctrina, arrastra el problema ético desde no ubicar las prácticas estipuladas prestándose a la confusión o que no se provea la información correcta hasta el lenguaje de lo no concreto.
Esto implica el surgimiento de nuevas generaciones que revolucionan el pensamiento de manera rápida y fantástica ya sea por medios sociales o cibernéticos esto cuestiona a que las generaciones y los fieles se vayan discutiendo o poniendo en contradicción las diversas prácticas tradicionales. Perdiendo sentido o naturalmente cambiando, esto lleva que la eticidad este gravemente cuestionada dado que no se delimitan los dogmas, interpretaciones o no se apliquen correctamente las normas religiosas a la vida comunitaria, por un lado es un problema de autoridad como le laicidad.
Último problema, me pregunto hasta qué punto la iglesia debe participar en la sociedad, específicamente en el estado. Un ejemplo muy claro es la romería que se celebra en el territorio mexicano en concreto en el estado de Jalisco en la primera semana de septiembre. En este caso se cierran calles, se cancelan clases ya sea primarias, secundarias y universitarias incluso se considera como día asueto, entre diversas hechos que implica celebrar está creencia religiosa, se producen problemas como tráfico, producción económica en materias primas, en algunos sectores se deja de trabajar para incluirse en dicha práctica por lo que agudiza el área laboral de diversos trabajadores. Si la iglesia participa de esta manera para que se requiere cerrara calles e incluso contratar guardias de seguridad contratados por el estado para cuidar la paz del pueblo, se necesita respecto un previo poner acuerdos entre religión versus sociedad. Pues bien cuando se trata de la opinión pública sobre sí los homosexuales tienen derechos, si el aborto está permitido, si dicho presidente se lanza para candidato, etc., la religión no respeta esté límite, sin embargo, me pregunto qué pasará con la sociedades juveniles de las parroquias que participan de una vida pública que además gozan de espacios sociales pues bien, dichos movimientos religiosos juveniles e incluso de matrimonios le sería casi incompresible si el uso de salas y espacios sociales debería estar permitidos para dicho culto, por poner un ejemplo si estos grupos tiene una participación pública en la contribución de la vida política o en cualquier acontecimiento de la sociedad, estos hechos repercutirían ideológicamente, socialmente en las personas, mi pregunta es ¿hasta qué punto es posible la participación iglesia-estado en la sociedad? Y ¿cuál es el límite de dichas instituciones?

Hecho por Kaliria González

No hay comentarios:

Publicar un comentario