viernes, 28 de enero de 2011

COMENTARIO CON BASE EN EL TEXTO DE BLANCARTE Y DE WEBER CP. 1

(BLANCARTE)
En este primer punto, debo rescatar que en la religión católica puede ser muy visible una determinada jerarquía en la cual, creo que se hace palpable la constitución de reformas constitucionales con las cuales se pretende conseguir una liberta religiosa y es que, como ya lo he mencionado en la reflexión precedente a ésta; la religión católica a tendido a dejarse ver arraigada por una institucionalización.
Tristemente estamos en una sociedad en la que su gente no esta preparada o mejor dicho no estamos preparados para hacer una firme comunión entre loo político y lo religioso y es que en este aspecto la sociedad hoy día se adhiere a y se limitan a los derechos políticos en los cuales se llegan en determinada forma a descartar los ministerios de culto y los de las instituciones religiosas, ergo hay mucha renuncia de los ciudadanos y de cristianos cada uno a su respectiva identidad.
Reacatando un punto importante, considero que lo que la iglesia de la religión católica esta haciendo es una incoherencia, puesto que al decir ésta que acepta a todas las personas y se jacta de mencionar su intención de mostrar la salvación a todos los creyentes, porque rechaza tajantemente a los homosexuales y es que yo considero que si dicha salvación es para todos pues no debiera haber discriminación alguna para con ningún tipo de personas.
Digo lo anterior teniendo en cuenta y haciendo énfasis en que la religión católica en este aspecto esta dejando de lado la divinidad de la persona como tal, y es que acaso la institución de la religión católica no estará tomando en cuenta las palabras de Jesucristo “… ir en busca de la oveja perdida…” luego de todo lo dicho creo, desde mi muy particular punto de vista que la jerarquía de la que he hablado en este punto por supuesto que sigue siendo esquizofrenia y ante lo dicho en contraposición con el autor, creo que los católicos aun están locos. O ¿estamos?
Finalmente para cerrar mi comentario con respecto a este autor, creo que no debemos dejar de lado que el ámbito político en tiene un equivalente a la religión en donde se supone que en ambos debe o debería existir una creación moral y una ética – moral en donde las reformas de comportamiento debieran estar firmes. “¿y eso donde ha quedado?”

(WEBER) CAP. I
En este apartado es bueno tener en cuenta, ahora un punto de vista muy filosófico en donde se pretende que exista ya una racionalidad mejor, porque es necesaria ésta para poder entender la fe como algo fundamentado para que podamos así comprender algo de lo referente a la religión, porque pienso que si no indagamos en una racionalidad mejor, este asunto de la religión seguirá vacante por los aires.
Rescato, ahora en este punto, que existe una analogía o comparación entre sacerdote y profeta en donde nos encontramos desafortunadamente que los profetas son tradicionales y buscan una libertad carismática y digo desafortunada, porque hoy en día esa imagen se ha distorsionado al depositarla en lo que conocemos hoy como sacerdote (quiero aclarar que no pretendo generalizar, puesto que existen sacerdotes muy ejemplares) el cual ahora se ve en algunas ocasiones como un organizado que se encarga en cierto modo a conservar la tradición, pero desgraciadamente también se puede ver involucrado en un tipo de burocracia.
Actualmente nos encontramos anclados en donde hasta el reino que en una instancia dentro de la religión, era gratis para todos, hoy día creo que este se ha perdido o se le ha perdido interés, puesto que la institucionalización de la religión se ha vuelto ya en una modalidad económica y pensemos en este ámbito lo que se cobra por ejemplo en los sacramentos, y si no tienes no se te puede dar dicho sacramento y por lo tanto no puedes estar bien con “Dios”.
Es bueno rescatar que debemos estar atentos y dispuestos para hacer o en su defecto comenzar a hacer un uso más estricto de nuestra razón de la cual se nos ha dotado al ser constituidos como personas y empecemos a luchar por defenecer nuestra religión, que se ha ido perdiendo gracias a los intereses monetarios que se han palpado o se han puesto de fondo, además creo que debemos concienciar qué estamos haciendo ante la igualdad de dignidad y valor entre las personas y para que ésta se dé.
Y pensemos en este aspecto, porqué ahora por lo general, el profeta o mejor dicho el sacerdote no ha procedido ni ha sido representante de las clases bajas en donde se puede palpar cada ves más la falta de evangelización, y yo digo que los monopolios económicos en este sentido y las oportunidades sociales preferenciales para los que poseen títulos, incluso de sacerdote, manifiestan un factor de status de modo más ostensible y no dejemos de lado que la reformas de las que ya he hablado más arriba son manifestadas como convenciones.
Rescato, como punto final de esta reflexión que en el sufrimiento se nos ha manifestado como “miembros de una religión”, como un camino que nos propicia un premio que le concebimos como cielo que la verdad no se donde ésta en este momento con la globalización y donde cada quien busca realizarse con sus propias uñas, ante el sufrimiento antes dicho cabe rescatar que existe un hecho social aunado con un sentido social.
Cierro haciendo una breve precisión que el estudio de los religiosos y lo social debe ser algo tratado con pinzas de laboratorio, puesto que si no ponemos en práctica nuestra racionalización y no aprendemos a ser buenos críticos y no criticones podemos perdernos en la cuestión ¿las cosas tienen o no sentido?. Y si no salimos de ésta pues cuidado porque estaríamos entrando a un construcción de una ciencia de la sociedad en la que la religión no se escapa y el dogma de podrá extraviar y para encontrarlo en lo espiritual ya será tarde y en su defecto difícil.

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