domingo, 20 de febrero de 2011

REFLEXIÓN SOBRE EL TEXTO DE Marx

EL OPIO SOCIAL
Habar de la postura de Marx implica un riguroso punto crítico, ahora bien considero que ya entrando en un ambiente más fuerte de crítica analítica en contra de la religión, debo mencionar que el pensamiento Marx no sólo es ya compatible con el cristianismo radical, sino consecuencia necesaria de la tradición opositora cristiana.
Con base en lo antes mencionado, creo que es el momento de presentar la religión ahora como el “opio del pueblo”, partiendo del supuesto que ya la religión esta siendo puesta como un reflejo de intereses de clase, quiero decir que es en la aportación de Marx, donde considero que ya la religión funge desde mi muy particular punto de vista como un medio directo de dominación de clase.
Vale decir que en este momento quiero hacer ver que la religión al igual que la política se esta jactando ya de poner en alto al que más poder tiene de acuerdo a su posición social, y creo que en este punto ya la religión comienza a perder originalidad, puesto que se hace palpable cada ves más la distinción de los miembros que la constituyen. Dando mi punto de opinión creo que en estos momentos ya la religión ha perdido en cierta forma credibilidad.
Me parece oportuno suscitar un ejemplo en contexto con el autor donde la frase “el que no trabaje que tampoco coma” se ha distorsionado, porque ante la postura marxista podemos darnos cuenta que esa frase cimentándola en el materialismo se puede convertir en “el que trabaje que tampoco no coma”, y pensaba en este sentido en la explotación que hay del hombre por el hombre donde hay “cristianos” que no comen pero ¡haaaaaaaaa! como producen.
Y así un sin fin de ejemplos que se dan desde un punto político hasta un punto religioso que es el que me compete reflexionar en esto momentos. Creo que ciertamente el reflejo religioso que tanto he criticado de estas concretas interconexiones sociales entre los hombres desaparecerá cuando las religiones de la vida cotidiana no ofrezcan al hombre nada sino relaciones perfectamente inteligibles y razonables con respecto a sus congéneres y la naturaleza.
Finalmente debo comentar que como narcótico la religión es la expresión de la miseria humana, pero también es una reacción ante el sufrimiento humano y pienso en ¿Qué hacemos cada uno de nosotros para la mejora o desaparición de la religión como opio del pueblo?

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