miércoles, 23 de febrero de 2011

La propuesta de Durkheim me parece muy clara, en el sentido de ver como la religión se va desarrollando desde una esfera proporcional al desarrollo de la sociedad, en el proceso de evolución de la misma, puesto que la religión va proporcionando a la sociedad una serie de normativas especificas de conducta, para así formar una conciencia de lo que debe hacerse, de modo que se lleva a una verdadera configuración de la sociedad, con bases religiosas.

Es ahí donde Durkheim, en honor a la racionalización cuestiona el dogma como un centro inamovible de las creencias, y esto tiene mucho sentido, puesto que en la práctica, al menos en lo poco que mi experiencia puede brindar, el dogma no se sigue al pie de la letra, sino como una interpretación constante según la circunstancia, teniendo algunas creencias colectivas, pero que por lo regular traicionan el núcleo mismo.

De este modo, se lleva a una paradoja real, entre el creer y el obedecer, puesto que aunque se cree (sin saber porqué, la mayoría de las veces), se da un sometimiento que tiene a la base una concepción de un Dios que exige obediencia a cambio de protección.

Estos puntos básicos llevan a una verdadera pluralidad de creencias en una misma fe religiosa, es lo curioso, ya que se quedan en el plano meramente punitivo y no se accede a un verdadero sentido de la norma.

Es algo sumamente delicado este punto, por que los fieles católicos se pueden estancar en "cumplir con la misa del domingo" y no dejarse permear por el Evangelio, lo que redunda en una sociedad de católicos mediocres, no sólo en la parte religiosa, sino en la ética, la política, el derecho y otro tantos tópicos de la sociedad, en los que se dan los mínimos.

1 comentario: