miércoles, 23 de febrero de 2011

Capitulo III "El opio social"

Siento que la crítica de Marx, a la religión es del todo leal, partiendo de que la religión en su status de institución se va aburguesando y por lo tanto creo que se va poniendo en los ideales de la super estructura. De esta manera va adquiriendo un status de poder que lleva a imponerse a la sociedad y a ser soporte de atropellos a la dignidad, pero repito, creo que la crítica vale a la religión institucionalizada en el momento de su acomodamiento.

Ya que en una óptica de anális de fundamentos de la religión, creo que ésta adquiere un grado de esperanza y acompañamiento a la sociedad, en sus luchas diarias, pero partiendo desde su raíz, es decir, el mensaje del lider carismático.

Este mensaje, lleva a una verdadera promoción de la sociedad, y no a ser el motivo de la perdición de ésta, pues su raíz no está en el acomodamiento, sino en una verdadera lucha por la conquista de la humanización. Al darse dicha humanización y los valores que ésta promueve, creo que la crítica de Marx perdería fuerza, algo que hoy en día, aún no podemos desterrar de los análisis de la realidad.

Creo que el acartonar el cristianismo, a el mero hecho de la producción, es también reducir el mensaje al mero hecho de producir. Es ver desde ojos meramente productivos, algo que es integral, que tiene que permear en toda la persona no solamente en el ámbito laboral. Si bien es cierto que la sociedad tiene que solucionar primero los problemas materiales, también es cierto, que toda la parte humana tiene que irse alimentando.

A mi modo de ver la crítica marxista, tiene fundamentos en la incoherencia de una religión crisitana, pero si se logra erradicar dicha incoherencia, el mensaje cristiano es íntegro y válido para la sociedad, por lo cual no creo que erradicar la cristiandad lleve a mejores dívidendos, se tendría que erradicar los "burocrátas" religiosos, más no la religión.

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